Las flores y la enfermedad
El Dr. Bach decía que todos somos producto de la misma fuente que él llamaba amor y por lo tanto todos somos manifestaciones de él; que venimos a la tierra con esa chispa divina en nuestro interior reencarnando en un cuerpo físico y una mente; que el ser interior o alma viene a cumplir una misión específica, igual de importante para todos, y que si nuestra personalidad no sigue los impulsos emanados por nuestra alma se presentará un conflicto, el cual se evidenciará con un bloqueo en el flujo de nuestra energía y se manifestará como un síntoma emocional en desequilibrio, que de prolongarse, tendría como resultado manifestaciones físicas llamadas enfermedades.
Por tanto tratar la enfermedad es sólo corregir los efectos sin llegar a las causas. Para el Dr. Bach existen dos errores primordiales: la disociación entre nuestra alma y nuestra personalidad y la crueldad o el mal hacia los demás, puesto que va en contra de la unidad de la que todos formamos parte.
La esencia floral procura elevar nuestra vibración, acercarnos a nuestra propia esencia interior para tomar conciencia de nuestros errores y desarrollar nuestros aspectos más positivos, evitando así el sufrimiento y la enfermedad a todos sus niveles.