El propósito oculto de la existencia
El alma es un destello de Luz que nace de la grandeza de su totalidad; esa Luz tiene un propósito, una razón. Cuántas veces nos preguntamos el porqué de todo esto, ¿cuál es el juego?,¿cuál es el propósito oculto de la existencia?
Y la simpleza de su propósito nos lleva siempre a desviar la mirada a la incertidumbre casi derrotista del no sé…
El error esta en creer que Dios es permanente, fijo, invariable, constante. Todos esos conceptos nos encierran en el círculo vicioso de la ignorancia y nos hace preguntar una y otra vez: ¿por qué Dios quiere recrearse en nosotros?, ¿cuál es ese juego cruel de la experiencia?
Pero fíjate bien; siente la Luz dentro de ti; a ese Dios que se refleja en nosotros como la perfección a través del amor y la compasión.
La Luz (Dios) se manifiesta en nosotros y nosotros en él; crece, se desarrolla, prospera en un flujo constante de información entre el todo y sus partes. “La única finalidad el movimiento ascendente”.
Cada destello de Luz tiene una labor para dicho propósito; los humanos, los ángeles, los guías. Maestros, los elementales, etc.
Los humanos lograr la evolución a partir de la materia, cuando el alma ingresa al cuerpo-materia densa incapaz de ver más allá de los cinco sentidos- la reacción traumática es el extravío.
Vida y muerte y así sucesivamente, en cada reencarnación la ruta a la liberación. Vamos adquiriendo maestría, dominando la materia tomando posición, reaccionando, recordando, retornando; y al final El espíritu toma su protagonismo regresando al Centro, a Dios, lleno de experiencia, sabiduría, aprendizaje que será tomado por el Todo para el bien de todos.